MEDITACIÓN ASISTIDA CON PERROS

El olfato de los perros es unas 300 veces más potente que el de los humanos. Esta mayor capacidad olfativa les permite detectar inmediatamente diversos cambios bioquímicos, hormonales y proteínicos en nuestro organismo. A veces, un simple recuerdo que evoque una emoción pasada puede influir en nuestro estado actual, y los perros pueden percibir estos cambios incluso antes de que seamos conscientes de ellos. En consecuencia, las reacciones frecuentes y constantes pueden entrenar el vínculo humano-perro para desarrollar respuestas conductuales específicas, muy parecidas al famoso experimento de Pavlov. Con el tiempo, estas conexiones conductuales se arraigan tan profundamente en nuestro cerebro, que la creación de nuevas vías neuronales se convierte en un reto. Aunque se ha demostrado que la meditación fomenta estas mejoras en los humanos, estamos mejorando el proceso incorporando a nuestros compañeros caninos a la práctica.

Recurrí a la meditación principalmente por desesperación, buscando soluciones más allá de lo que la medicina tradicional me ofrecía en aquel momento. Al principio, era bastante escéptico respecto a esta forma de terapia. Sin embargo, la fortuna estuvo de mi lado, ya que di con la técnica adecuada desde el principio. Ahora comprendo la importancia primordial de elegir la técnica de meditación adecuada para un propósito específico. Me he dado cuenta de que uno de los problemas más frecuentes hoy en día es que muchas personas, impulsadas por diversas circunstancias de la vida, deciden probar la meditación. Sin embargo, algunos, por desgracia, se encuentran con una guía equivocada o una técnica de meditación inadecuada. En consecuencia, cuando sus objetivos no se cumplen, se desaniman, pensando que la meditación simplemente «no funciona». Agradezco que mi experiencia haya sido diferente. Sorprendentemente, tras mi primera sesión de meditación, no sólo mejoraron considerablemente mis problemas de movilidad en los meses siguientes, sino que también recuperé la audición en un oído, que había perdido durante más de tres meses. Los médicos no habían podido determinar la causa de esta pérdida tras mi colapso físico. Pero con una sola sesión de meditación, fue como si se encendiera un interruptor: de repente, podía oír de nuevo. Esta profunda experiencia disolvió cualquier resto de duda que tuviera sobre la meditación. A partir de entonces, mi interés fue en aumento y mi compromiso de practicarla se hizo más fuerte cada día.

Dada mi profesión, estoy constantemente rodeado de perros. Esto llevó de forma natural a incluirlos en mis sesiones de meditación, ya fuera por mi intención o por su inclinación innata. Me fascinaron sus patrones de respiración durante la meditación. Tras meses de observación, discerní ciertos patrones y comportamientos. Tras investigar más a fondo, descubrí que muchos de estos ritmos respiratorios se habían estudiado previamente en diversos laboratorios de todo el mundo. Curiosamente, a menudo reflejaban los patrones respiratorios observados en niños en condiciones específicas. En retrospectiva, consultar los estudios existentes podría haber acelerado mi comprensión, pero no cambiaría la enriquecedora experiencia de observar de cerca y aprender de mis compañeros caninos durante esos meses de introspección.

Hace varios años, empecé a integrar la meditación asistida por perros en mi régimen de adiestramiento, tanto dentro de mi manada como en sesiones con clientes y cursos que dirijo. El énfasis en la meditación y la respiración consciente empezó a desempeñar un papel fundamental. Su importancia creció hasta el punto de que hoy en día es un componente esencial para armonizar el vínculo entre el perro y el ser humano. Esto abarca el fortalecimiento de la conexión entre el dueño y el perro y la mejora del bienestar emocional, mental y espiritual. De esta base surgió un aspecto destacado de Der Packman. Reconociendo el creciente interés por esta práctica única, lanzamos un programa complementario: Der Packman Meditation Dog-Human Exclusive Club. Esta iniciativa une a propietarios de perros que comparten la pasión por meditar junto a sus compañeros caninos. Los comentarios y resultados de esta iniciativa han sido abrumadoramente positivos. Consideremos la esencia de la meditación: estar totalmente presente, ya sea hacia dentro o hacia fuera. En este sentido, nuestros perros sobresalen, ya que personifican el arte de vivir en el momento presente. Los recuerdos pueden despertar sentimientos o experiencias del pasado que resuenan profundamente en nuestro estado actual. Como dice el refrán: «Una mente preocupada es una mente infeliz». Nuestros perros, siempre en el presente, nos recuerdan la serenidad que da el mero «ser».

Si busca sesiones de meditación personalizadas por diversos motivos, nuestro equipo está aquí para satisfacer sus necesidades. Cada persona tiene circunstancias únicas, y nuestra gama de sesiones de meditación especializadas refleja esa diversidad.

Cada paquete de sesiones personales consta de un curso de 10 horas, dividido en 5 sesiones de 2 horas cada una. Tenga en cuenta que los bonos para estas sesiones tienen una validez de 3 meses. Para cualquier consulta o información adicional, no dudes en ponerte en contacto con el equipo del Club de Meditación Der Packman